21/3/10

Crónica del jueves pasado: las aventuras del perro palomero


Este es Fígaro, mi adorado perro. Suele ser un poco desobediente, pero en general es muy tranquilo y se porta bien.

¿A que viene la descripción del can? Resulta que el jueves al mediodía, llega mi papá del trabajo y deja salir al perro a la calle a que de su vueltita como es de costumbre. Me dispongo a cocinar para que comamos cuando llegara mi mamá. En una de esas subo a mi habitación a ver tele (con mi padre encargándose del asunto gastronómico) cuando al rato escucho de la calle un grito: "aaaaaaaaaagh!!!! Fígaro!!!! qué estás haciendo??!!". Corro a la puerta preocupada por mi pichicho. Abro y me encuentro con mi madre con cara de asco y al perro con los bigotes emplumados al lado del cadáver de una pobre paloma que vaya uno a saber de dónde la sacó, y moviendo la cola como si hubiera traído un trofeo. Después de que le limpié los bigotes a Fígaro con guantes de goma, mi mamá agarró la paloma con una bolsita y bue... del resto se encargaron los del camión de la basura. Y el día terminó de lo mas normal.

Y esa fue mi anérrrrrrdota de la semana





2 comentarios:

P. dijo...

Ay, no sabés! Yo tenía una perrita también, que parecía un lampazo como tu Fígaro... y nos traía de todo! :nono: La fija era que nos traía cepillos de los vecinos. No sé qué complejo de Edipo no resuelto tenía, que venía cepillos, los encontraría parecidos a ella y nos los traía a la puerta. Llenos de baba.

También pañales usados. Un asco.

Nymphadora dijo...

Cómo hacía para robarse los cepillos de los vecinos?????
Lo del lampazo me mató, jajaja

 
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